Convivimos con el dolor diariamente. Sea físico o emocional, capear con sus sentimientos desagradables precisa acallar la irracionalidad de sus miedos para atender a esa vulnerabilidad de la que estamos constituidos, una fragilidad intrínseca a nuestro ser que reclama un solo hecho: preocuparnos de nosotros mismos y del otro; es decir, cuidarnos mutuamente. Ahora
Supera tus preocupaciones a través de tu conocimiento interior.